lunes, 21 de enero de 2008

Contraediciones





Hoy se ha llegado a un punto justo y efímero, donde me estoy cayendo con las absorbentes entrañas de cada uno de los pensamientos fictisios, sobre acción futura, y predicción:

Primero: con mi cabeza, y mi superstición que a punta de que no puedo mandarla a la mierda, me está controlando los impulsos para tratar de no hacer las cosas con las que lidiamos siempre
Segunda: creo que esa justa superstición, me ayuda y me agobia, en primer sitio por que siendo la raiz secundaria de mi fuerza de voluntad, anda haciendo el follón enorme con mi trabajo, con mi casa, con el lugar donde duermo, y con los pequeños deslicez que tengo.
Tercera: espero y algún día viva como dios manda el presente convertido en futuro, y así deje de pensar tanto en lo que aún no está listo.

Con todo esto he estado conviviendo, con las pelis de Polanski, sádicas, enfermizas, currys. Con el espantoso clima humectante-pre-agonizante, de estas primeras muestras del comercial concepto del cambio climático. Con la desesperación si ponerle o no una escena de Caballos dentro de -Episodio 1-3, en -Dormirse Otra Vez-. Con sueño, y dolores leves en entre pierna, y entre ceja.

y creo yo, que ante todo, con una desesperación agobiante, pero masoquista, de estar solo, sin ninguna llamada en el telefoníllo, oyendo un buen disco de Beth Gibbons.

Ay mi Enero, que contradictorio eres...

1 comentario:

Arturo Loría | Velvet Boy dijo...

Cómo no sentirse así si estas oyendo a la Gibons muchacho...

Es re buena, pero re depresiva tb...

Por cierto, qué chido escribes...

Saludos...

Glitter & Glam!!!